¿Qué significa buscar las cosas de arriba?

En el libro a los Colosenses, capítulo 3, se nos dice que debemos buscar las cosas de arriba. ¿Qué significa eso?

Leamos el pasaje completo:

1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Colosenses 3:1-4

Lo primero que debiese llamarnos la atención en el pasaje es el comienzo: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo”. Eso nos está condicionando lo que viene a continuación, y para poder comprenderlo debemos leer lo que viene antes de ese pasaje.

El contexto de la carta a los Colosenses, se trata de que había personas externas que los estaban confundiendo en su doctrina. A pesar de ser fieles seguidores de Cristo, finalmente, influenciado por esas personas, se estaba mezclando la verdad con la mentira. ¿Te suena conocido? ¿Cristianos que igual creen en el tarot o la suerte, o ven el horóscopo, o siguen confiando en la psicología antes que en la Palabra de Dios?

El Apóstol Pablo para revertir eso lo que hace es volver a sentar las bases, lo fundamental, de la salvación por gracia, por medio de la fe en Jesús.  Te animo a leer todo el capítulo 2 de la carta.

El Evangelio

En los versículos 9 en adelante es donde comienza a enfatizar la obra de Cristo, y lo que significa realmente para un creyente. Pondré el pasaje, con énfasis añadidos

9 Porque en él [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Colosenses 2:9-15

Muchas veces decimos que el bautismo es simbólico, que solo representa la muerte y resurrección para ahora tener nueva vida, en Cristo y es cierto, pero nuestra salvación no es un acto simbólico, es un acto real de morir al viejo hombre y renacer en Cristo Jesús.

En el momento en que entregas tu vida a Jesús, y crees con fe que Él pagó y murió por tus pecados y que tu puedes ser liberado de esa condenación porque ya fue pagada por Él, inmediatamente tienes vida eterna en Cristo, has nacido de nuevo, resucitado juntamente con Cristo. El pasaje dice que “el acta de los decretos que había contra nosotros” ya no es más, fue clavada en la Cruz, y ya no hay condenación para nosotros. Preciosa verdad. Jesús fue nuestro sustituto y Dios padre nos ve hoy por medio de Cristo como justificados, como hijos de Dios, como su pueblo escogido.

Dada esa realidad, luego de decirles todo eso, es que el apóstol Pablo les dice “si pues habéis resucitado con Cristo”. Ahora que entró en profundidad en la doctrina del evangelio, les pregunta ¿Ustedes son de ese grupo? ¿Ustedes pertenecen al pueblo de Dios? Entonces, vivan para Cristo!

Nueva vida en Cristo

El hecho de ser salvo, no significa que ahora vamos al cielo al morir, y que todo el resto sigue igual. Significa, en esencia, que hemos muerto el viejo hombre y ahora debemos vivir para Cristo, debemos mirar y buscar las cosas del cielo. En ninguna manera podemos seguir viviendo como antes.

El apóstol Pablo, continuando en el pasaje del capítulo 3, da algunos ejemplos concretos de cosas del viejo hombre que debiesen dejar, como fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos, avaricias, y más adelante continúa, ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas…. Son muchas cosas ¿cierto? Lo cierto es que como creyente ya no podemos vivir como antes, con los pecados de antes, cosas de las cuales ya fuimos liberados.

Al pensar en buscar las cosas del cielo, se nos puede venir rápidamente a la mente el orar, estudiar la Palabra de Dios, y evangelizar. Y esos 3 puntos son fundamentales, sin duda, en todo creyente. Pero cuando el apóstol está hablando de buscar las cosas del cielo, está hablando mucho más allá.

17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Colosenses 3:17

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
Colosenses 3:23

Podemos entender con esos pasajes a lo que se refiere Pablo. Todo lo que hagamos, debemos hacerlo para Dios. Comer, respirar, trabajar, lo que sea. En todo lo que hagamos debemos estar pensando en darle la gloria a Dios, porque ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a aquel que murió por nosotros.

Por el contrario, si hay algo en lo que no podríamos dar gloria a Dios por lo que estamos haciendo, entonces deberíamos abstenernos de hacerlo. De ahora en adelante todo lo que hacemos debe ser pensando en agradar a Dios.

Debemos vivir esta vida sabiendo que es temporal, pero que nuestros actos son ejemplos a otros, que nuestra buena conducta en el trabajo le da gloria a Dios, que mostrar amor a nuestro prójimo hace que ellos quieran recibir de ese amor de Cristo que nos cambió a nosotros, etc.

Eso significa buscar las cosas de arriba. De ahora en adelante vivir para Cristo.