Por años tuve una biblia Reina Valera 1960, y solía marcarla, destacarla, poner flechas, subrayar, escribir notas, etc. Fue muy bueno para estudiar. Ayuda a grabar mejor las ideas en la mente, a recordar dónde se encuentran ciertos pasajes, y las notas nos ayudan a recordar cosas que el Espíritu Santo nos revela mientras la estudiamos y que quizás en otro momento olvidamos.
Hace un tiempo compré una nueva biblia, NTV, muy linda, con tapa de cuero, y con un lenguaje moderno… Me costó mucho rayarla… Se veía tan bonita, como nueva, pero a la larga se pierde el verdadero sentido de tener una biblia: conocer más a Dios, estudiarla y meditar en su palabra.
Finalmente me animé y “ya no hay quién me detenga” jaja.
Si por alguna razón aún no te atreves, la ves como “sagrada” (desde un punto de vista físico) y piensas que debes dejarla intacta, te animo a hacerlo. Siempre podrás comprar una nueva. Hoy en día es muy fácil, y las hay en todos colores y formatos. Pero tu vida y corazón necesitan HOY meditar en ella, profundamente, y te aseguro que subrayar y destacar te facilitará mucho las cosas.
No recuerdo la cita exacta, pero una vez Spurgeon dijo que una persona con una biblia toda rota y ajetreada de seguro su corazón no lo está.
¿Por qué no lo intentas?