El apóstol Pablo nos enseña en su carta a los efesios, capítulo 4, que debemos estar unidos como iglesia, entendiendo por iglesia=creyentes, no solo los del mismo templo físico.
Nos explica que debemos ser pacientes unos con otros, perdonarnos, y básicamente amarnos. No olvidemos que el gran mandamiento de Jesús es amar a Dios sobre todo, y luego amar a nuestro prójimo. El amor debe estar siempre presente en nuestras acciones como hijos de Dios.
Pablo pasa a explicar que hay diferentes dones, que no todos somos iguales, y que no todos hacemos la misma labor en la iglesia, pero que aún así todos somos parte del mismo cuerpo de Cristo, y debemos estar unidos.
Hacia el final, y tras ese discurso nos dice en Efesios 4:15
En cambio, hablaremos la verdad CON AMOR y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.
Es cierto, no debemos ocultar la verdad, debemos decirle a nuestro hermano o hermana lo que está mal, para que pueda reconocerlo y cambiarlo, pero al decir la verdad podemos hacerlo mal:
- Podemos decir la verdad con orgullo y altanería
- Podemos decir la verdad con juicio y castigo
- Podemos decir la verdad con intención de herir o hacer daño
- Podemos decir la verdad EN AMOR
Eso es lo que Pablo nos dice, y eso es lo que Jesús quiere, que estemos unidos en un solo cuerpo (Juan 17) y eso se logra cuando tenemos como base el amor de Dios en nosotros.
No olvidemos tampoco que cuando hacemos cosas buenas sin amor, de nada valen (1 Corintios 13), en cambio al hacerlo con amor demostramos que Cristo está en nosotros con su Santo Espíritu.